El cuento de hadas perfecto

Jamás pensé en tener el típico sueño cuento de hadas… con príncipe azul, hijos y por supuesto un vivieron felices para siempre.

Cuando pequeña nunca jugaba a eso, Me interesaban poco las muñecas y no pensaba mucho en un príncipe azul. Siempre me pareció sentirme un poco obligada a tener que pensar en el amor, a tener que gustarme alguien y tratar de tener una relación.

Con el tiempo fui entendiendo que debía ser yo y poco a poco el destino se fue armando solo y mi príncipe llegó, sin pedirlo, pero llegó perfecto. Mi príncipe perfecto, aquel que hasta el día de hoy me cuida, me ama y da todo, absolutamente todo por su familia.

Nos casamos como un cuento de hadas, veo mis fotos y me impresiona lo hermosa que me veía, lo feliz, joven, radiante comenzando una historia soñada… Hasta ese momento no me había dado cuenta que si, efectivamente vivía el sueño, vivía el cuento de hadas.

Yo amando lo que hacía, con un novio marido maravilloso, con mi perro con el cual formamos una familia preciosa…

Y así, de un momento a otro el castillo de cristal se cae. Se rompe en mil pedazos… perdiendo por un ACV a nuestro amado Nerón, mi perrito.

Hay gente que quizás no entiende, pero la relación con un perro es algo muy potente, muy fuerte. Es un lazo que nos vincula más allá de esta vida. Estoy segura de que Nerón nos va a recibir cuando sea nuestro propio tiempo de partir…

Son vínculos tan fuertes, seres tan amados que cuando parten… cuando trascienden el dolor que causa su muerte es brutal. Yo sentí como parte de mi corazón se rompía, se destrozaba y quedo con un hueco vacío esperando por él.

El dolor… el dolor por amar es desgarrador. Te rompe en mil pedazos, te tira al suelo… y así nuestro cuento de hadas de a poco se fue rompiendo, cada vez un poquito más.

Nos atrevemos a intentar una familia nuevamente, pedimos por esta bebé, pedimos por nuestra Amanda. Estaba tan feliz de sentir que el universo me escuchaba y habría una nueva puerta de felicidad y de amor incondicional. Un amor tan inconmensurable, tan hermoso, tan potente… Hasta ese momento no sabía las ganas que tenía de ser mamá.

Como dije anteriormente, nunca me soñé así…

Y este hermoso sueño, este hermoso cuento de hadas iba por su felices para siempre, estábamos persiguiendo esta historia hermosa, de vernos los tres como familia nuevamente, de tener a nuestra hija en nuestros brazos, de poder amarla, abrazarla, besarla, verla correr, verla crecer…

Y nada paso como lo pensé.

El cuento de hadas ahora sí que se derrumbó. Era todo muy perfecto…

Mi vida era muy bonita y perfecta…

Perfecta…

Como me duelen esas palabras. Darme cuenta de que en realidad no tenía por qué buscar la perfección. Que la perfección no existe, es solo una ilusión que te hace creer la gente.

Mi cuento de hadas se desmoronó, se transformó en una película de terror, luego en un drama y finalmente en una enseñanza de vida, tipo documental… de esos que tú nunca crees que vas a pertenecer.

Mi historia es la de muchas.

Muchas hemos tenido que enterrar a nuestros bebés. Pero claro eso no se cuenta en las historias de hadas ni de magia, tampoco en las amor y fantasía.

Pero es una historia hermosa. Es un cuento precioso. Mi Amanda me ha enseñado tanto sobre vivir. Sobre sentir. Creo que nunca había sentido tantas cosas en este corto tiempo. La amo infinitamente por ser un ejemplo hermoso, por darme cuenta que la vida es así, que estas cosas suceden, son reales y que la felicidad no es la que te venden, la que te muestran.

Jamás soñé con el cuento de hadas. Pero lo viví. Fue hermoso. Pero también viví la otra parte. La historia no contada. Esa que desgarra el alma.

Y aquí estoy.

Tratando de entender.

Tratando de sobrevivir

Tratando de continuar sin saber hacia dónde ir.

Ya no hay cuentos de hadas con los que pueda soñar.

La realidad se ha vuelto algo difícil de afrontar.

El tiempo juega con mi ansiedad, con mis miedos.

La vida perdió la magia de la ilusión.

Del soñar bonito

A pesar de tener esta hermosa historia de princesas… agradezco más tener esta historia de amor, vida y muerte. Porque te conocí, porque me has permitido conocer algo que es más brillante y hermoso que cualquier ilusión que cualquier cuento de hadas.